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TEXTO DE LA TERCERA PARTE

DEL SECRETO DE FÁTIMA

Contexto

 

[RED DE FÁTIMA] En su Cuarta Memoria (fechada 8 de diciembre de 1941), la Hermana Lucía copió las primeras dos partes del Secreto de Fátima palabra por palabra, incluyendo lo que aparece siendo la conclusión de todo el Secreto:

 

Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia,

que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.

 

Texto parcial del Tercer Secreto

 

La Hermana Lucía agregó entonces inmediatamente el texto siguiente a su Cuarta Memoria:

 

En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc.

 

Comentario

 

Los estudiosos de Fátima han sido unánimes en su creencia que con esta frase se inicia la tercera parte del Secreto, y con la palabra “etc.” que escribió la Hermana Lucía comienza el resto de las palabras que dijo Nuestra Señora en el texto del Tercer Secreto.

 

Aquí, nótese que inmediatamente siguen las palabras “En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc.”, Nuestra Señora dijo a la Hermana Lucía: “Esto no se lo digáis a nadie. A Francisco, si podéis decírselo”. El “esto” que puede decirse a Francisco se refiere a lo último dicho durante la visión. Si fue esta solo una visión, sin una explicación, entonces Francisco no hubiera necesitado que se le dijera nada, porque él mismo ya lo habría visto. Pero si “esto” se refiere a las palabras adicionales de la Virgen en forma de explicación de la visión, entonces a Francisco debió decírsele, porque como sabemos, él no podía escuchar a Nuestra Señora durante las apariciones de Fátima. Francisco vio, pero no escuchó, y así, debió necesitar ser informado sobre lo que Nuestra Señora había dicho sobre la visión.

 

Tampoco podría uno argüir plausiblemente que este “a Francisco podéis decírselo”, se refiere meramente a las palabras de Nuestra Señora dichas en la segunda parte del Secreto. La frase “Esto no se lo digáis a nadie. A Francisco, si podéis decírselo” sigue inmediatamente después de “En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc.”[1]  Claramente, entonces, el “etc.” indica las palabras aún no escritas entonces, que la Hermana Lucía pudo decir a Francisco verbalmente. Esas palabras pertenecen claramente al Tercer Secreto, que fue escrito finalmente en 1944 por orden del Obispo de Fátima.

 

Versión Vaticana del Tercer Secreto, revelada el 26 de junio de 2000

 

El 26 de junio de 2000, el Vaticano reveló lo se pretendió era la “tercera parte” del Secreto de Fátima, dado por Nuestra Señora a los tres niños pastores el 13 de julio de 1917,  pero este texto no contiene las propias palabras de Nuestra Señora indicadas por el “etc.” El texto que reveló entonces el Vaticano es como sigue:

 

Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centellando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo, pero se apagaban en contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de Blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas, y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la manos, en las cuales recogían la sangre de los Martires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios.[2]

 

Comentario

 

Hay muchas razones para afirmar que el texto anterior no puede ser todo el Tercer Secreto. En primer lugar, existe evidencia sólida de que ese texto es, en el mejor de los casos, parte del cuaderno de notas de la Hermana Lucía, no la carta en 25 líneas en la cual la Hermana Lucía da las verdaderas palabras de Nuestra Señora. Para una comparación entre el pretendido Tercer Secreto revelado el 26 de junio de 2000 y el texto del Tercer Secreto que ha sido aludido por varios escritores, ver el Capítulo 12 de La última batalla del Diablo. También está el testimonio de lo que el texto realmente contiene, de gente que lo ha leído o estudiado minuciosamente (ver Capítulo 13 de La última batalla del Diablo).

 

Un año y medio después de la revelación del pretendido Tercer Secreto, Mons. (hoy Cardenal) Tarcisio Bertone, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y co-autor del comentario sobre la visión que fue revelada el 26 de junio de 2000, sostuvo una entrevista con la Hermana Lucía. La ‘entrevista’ del 17 de noviembre de 2001, consistió en nada más que el relato de Mons. Bertone en lengua italiana, de lo que la Hermana Lucía supuestamente habría dicho en portugués. De acuerdo a Bertone, la Hermana Lucía dijo que la consagración del mundo en 1984 había sido “aceptada por el Cielo” (para qué propósito ella no lo dijo), y que “todo ha sido publicado”.

 

La “entrevista” , que Mons. Bertone pretende duró unas dos horas, contiene solamente 44 palabras supuestas de haber sido de boca de la Hermana Lucía, respecto a cuestiones en controversia (la consagración de Rusia y el Tercer Secreto). Nunca ha sido publicada ninguna transcripción ni otra grabación independiente de la “entrevista”, lo que hace imposible determinar exáctamente lo que se le preguntó a la Hermana Lucía durante el interrogatorio a puertas cerradas de dos horas de duración, o el contexto de las 44 palabras que supuestamente ella pronunció durante esa entrevista, no grabada, de dos horas. [Las numerosas circunstancias sospechosas de esta “entrevista” secreta son analizadas en el Capítulo 14 de La última batalla del Diablo,  titulado “¡Oigamos a la testigo, por amor de Dios!”].

 

Notas:

 

[1]Padre Fabrice Delestre, Fraternidad Sacerdotal San Pío X, “June 26, 2000: Revelatión  of the Third Secret of Fatima or cuartailed Revelation” (“Revelación del Tercer Secreto de Fátima o revelación abreviada”), SSPX Asia Newletter, julio-agosto 2000, p. 24.

 

[2]Traducción castellana de Hermana Lucía, “Tercera parte del ‘Secreto’”, en El Mensaje de Fátima por Arzobispo Tarcisio Bertone, S.D.B., y Joseph Cardenal Ratzinger, 26 de junio de 2000. 

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