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¿Qué es lo que falta
en el Tercer Secreto?


 

por el Padre Paul Kramer, M Div.,S.T.L. (Cand.)


 

[Este artículo, transcrito de la comunicación del Padre Kramer, es el resultado de más de 30 años que el autor dedicó al estudio de las profecías católicas del Antiguo y Nuevo Testamentos, tanto como de las profecías pronunciadas por Santos católicos a lo largo de 2000 años. Este vasto conocimiento, aliado a su análisis penetrante de acontecimientos actuales y su estudio de Fátima, lo califica para decirnos – por lo menos en parte – cuál es el contenido de aquello que falta en el Tercer Secreto. Su obra aquí está ayudando el Papa Benedicto XVI a prepararnos para las cosas terribles que están listas de caer sobre nosotros en un futuro próximo]. 

 

Antes que hable propiamente del contenido de aquella parte que falta del Tercer Secreto, es importante reiterar que ya todos oyeron decir hoy que no hay parte ninguna del Tercer Secreto que falte; y, es claro, otros, no yo, tratarán de este asunto de un modo mucho más detallado.
 

¿Quién está diciendo la verdad?


Sin embargo aquello que yo me gustaría señalar a este propósito es que si el Cardenal Bertone estaba diciendo la verdad cuando afirmó que no había ningún seudo-“Cuarto Secreto”, que no había parte ninguna del Tercer Secreto que faltase, que no había texto ninguno que faltase, entonces, necesariamente varios otros individuos no estarían diciendo la verdad – esto es, si Bertone estuviese, de hecho, diciendo la verdad.


El 2 de septiembre de 1952, el Padre Joseph Schweigl fue a Coimbra para hablar con Sor Lucía. Fue enviado por el Papa Pio XII. Al regresar a Roma, como vivía en el Russicum, contó a sus colegas del Russicum que el Tercer Secreto consta de dos partes. Una de ellas dice respecto al Papa y, como sabemos, esa parte del Tercer Secreto sobre el Papa fue revelada el 26 de junio del 2000. El Padre Schweigl afirmó que hay otra parte del Tercer Secreto, pero que él no podía divulgar el contenido. Pero añadió: lógicamente, es el texto que sigue al “etc.” cuando Sor Lucía escribió en su Cuarta Memoria: “En Portugal se conservará siempre el dogma de la Fe, etc.”


Después tenemos la declaración hecha por Cardenal Ratzinger. El Cardenal Ratzinger dio una entrevista que fue publicada en noviembre de 1984, que contenía un comentario muy revelador, hecho a Vittorio Messori, el entrevistador. Porque dijo que el Tercer Secreto se refiere a los “peligros que amenazan la fe y la vida del cristiano, y por lo tanto (la vida) del mundo”. Ahora, en la parte del Secreto que fue revelada el 26 de junio del 2000, no hay nada que se refiere a los peligros para la Fe.  Podemos recordar que el entonces Obispo de Leiria-Fátima, Mons. José Cosme do Amaral, hizo una declaración, creo que en 1984, en la Universidad Técnica de Viena, según la cual el Tercer Secreto de Fátima se refiere al problema de la pérdida de Fe. Y se refiere a la pérdida de Fe en continentes enteros.

 

Fátima y las
Sagradas Escrituras


Esto es muy revelador, cuando lo ligamos a las declaraciones del Cardenal Ratzinger. Porque cuando el Cardenal Ratzinger habló de los peligros para la Fe y la vida del cristiano, se refirió a otras apariciones marianas, y se refirió a las Sagradas Escrituras. Lo que está en el Tercer Secreto corresponde a las Sagradas Escrituras, y corresponde a lo que fue mencionado varias veces en muchas otras apariciones marianas.


Al referirse a las Sagradas Escrituras, especificó los textos escatológicos de las Sagradas Escrituras cuando usó aquella expresión italiana i novissimi [“los novísimos”]. Hubo quien intentase argumentar, bastante poco sinceramente, que cuando hablamos de las “últimas cosas” estamos hablando de la muerte, juicio, Cielo e infierno – los cuatro novísimos. Pero esto no puede ser aquello que el Cardenal Ratzinger se estaba a referir; no podía ser lo que Nuestra Señora dijo. Si queremos aprender sobre los cuatro novísimos, basta consultar el catecismo; está allá todo bien explicado. Ahora, Nuestra Señora no descendió del Cielo para darnos una simple lección del catecismo.


Cuando el Cardenal habló de los novísimos, estaba a referirse a lo que el profeta Daniel dijo que sucedería en el fin. Estaba a referirse al tiempo del fin – a las últimas cosas, o, como se diría en griego, eschata. Las cosas escatológicas, los textos escatológicos de las Sagradas Escrituras. Esto es el Tercer Secreto, y aquí volvemos una vez más a la pregunta sobre la pérdida de la Fe.


San Pablo, en la Segunda Epístola a los Tesalonicenses, habla de la Gran Apostasía. Y la gran Apostasía debe tener lugar antes del aparecimiento del hijo de la perdición, el hombre del pecado. En una sola palabra, el Anticristo. Nos dice San Pablo en ese texto que el Misterio de la Iniquidad ya está actuando en medio de nosotros. Y si estudiamos cuidadosamente la historia mundial, y específicamente la historia de la Iglesia, podemos seguir de siglo a siglo el desarrollo continuo del Misterio de la Iniquidad.

 

El cumplimiento del Misterio de la Iniquidad

 

Y ese Misterio de la Iniquidad culminó en lo que es previsto en el Secreto de Fátima, más específicamente en lo que es revelado en el texto del Tercer Secreto de Fátima aún no publicado. Es por esta razón que el Papa Juan Pablo II, al hablar sobre el Tercer Secreto, dijo que no quería revelar el Secreto porque pensaba que había peligro de sensacionalismo.


En otra ocasión el Cardenal Ratzinger usó la misma palabra en relación al Tercer Secreto. Había el problema del sensacionalismo. Si consideramos lo que ya fue dicho por las autoridades más creíbles sobre el Tercer Secreto de Fátima, sabemos, si no en detalle pero específicamente, lo que está revelado en el Tercer Secreto, y es de esto de que voy a hablar hoy.


Yendo más profundamente al Misterio de la Iniquidad, hasta donde está revelado en el Tercer Secreto de Fátima, será el tema de que voy a hablar el viernes.

 

Los acontecimientos actuales a la luz
de las Sagradas Escrituras y
de las profecías católicas


Hoy voy a hablar del contenido del Tercer Secreto y voy a evaluarlo. Voy a mostrar los paralelos que vemos en las profecías católicas, en las apariciones marianas aprobadas, en los mensajes de Nuestra Señora, en las Sagradas Escrituras, en los textos escatológicos de las Sagradas Escrituras. Voy también a observar desarrollos geopolíticos contemporáneos que nos sirven de señales de los tiempos, indicados en los mensajes proféticos y en las Sagradas Escrituras. De esto sabremos cómo estamos cerca de la realización de estos acontecimientos, predichos en las Sagradas Escrituras y en las apariciones marianas.


Hace algunos años, el Cardenal Ratzinger dijo a Howard Dee, que en ese entonces era Embajador de las Filipinas a la Santa Sede, que el Secreto de Fátima corresponde a aquello que Nuestra Señora reveló en Su Mensaje de Akita, en Japón. Allí, Nuestra Señora anunció un gran castigo que será peor que el Diluvio, la gran inundación de que se habla en el Libro de Génesis.


He aquí una cosa que sería verdaderamente sensacional: un castigo que es peor que el Diluvio. Y si consultamos otros mensajes y textos proféticos, podemos enumerar específicamente algunas de las cosas que tendrán lugar en este gran castigo, esta gran tribulación profetizada en las Sagradas Escrituras y a través de los tiempos por los Santos y en los mensajes de las revelaciones hechas por Nuestra Señora en Sus apariciones aprobadas.
 

La credibilidad del Cardenal Bertone

 

Es suficiente decir que, cuando el Cardenal Bertone nos dice que no hay parte ninguna del Tercer Secreto que no ha sido revelada, debemos considerar, por un momento, la credibilidad o su falta – la falta de credibilidad – del Cardenal Bertone. Él hizo una afirmación, el 26 de junio de 2000, diciendo que, con la revelación del Secreto, se cierra una página de historia, marcada por la trágica voluntad humana de poder y de iniquidad. Si una tal declaración no fuese patéticamente falsa, yo le llamaría cómica – no acusaría a un Cardenal de la Iglesia Romana de ser comediante, porque tal no esperaría de su dignidad de príncipe de la Iglesia – pero diría que tales comentarios serían mucho más apropiadas para un programa televisivo de entretenimiento a una hora tardía de la noche de que para una conferencia de prensa del Vaticano, donde se espera que traten con seriedad de asuntos como el Secreto de Fátima.

 

Hay aquí definitivamente, un problema de credibilidad. Porque si fuese verdad lo que el Cardenal Bertone dijo sobre el Tercer Secreto, esto significaría que el Cardenal Ratzinger no estaba diciendo la verdad cuando habló de los textos escatológicos de las Sagradas Escrituras, de los Novissimi. Los peligros para la Fe de que habla el Tercer Secreto, como dijo el Cardenal Ratzinger, y la pérdida de la Fe que se refirió el Obispo José Cosme do Amaral, no se encuentran, como podemos ver, en la parte del Secreto que fue revelada el 26 de junio de 2000. Sobre el portavoz del Cardenal Bertone, Giuseppe De Carli, creo que lo más que podemos decir caritativamente sobre sus manifestaciones es que, si no estaba mintiendo deliberadamente, estaba engañado y engañaba los otros.

 

Porque si De Carli dijo la verdad, si el Cardenal Bertone dijo la verdad, entonces ¿diríamos que el hombre enviado personalmente por el Papa Pio XII para entrevistar a Sor Lucía sobre el Tercer Secreto estaba inventando cosas? ¿El Padre Joseph Schweigl, emisario personal del Pio XII, estaría mintiendo y fabricando, y habría fabricado la historia de que el Tercer Secreto está dividido en dos partes? Una parte que se refiere al Papa y la otra a las palabras que siguen la frase “en Portugal se conservará siempre el dogma de la Fe etc.” ¿Quién está mintiendo? ¿Quién está diciendo la verdad? Me parece evidente que el Cardenal Ratzinger no estaba diciendo fantasías. Que el Padre Joseph Schweigl no estaba inventando. Que el Papa Juan Pablo II no inventó cosas cuando dijo en Fulda que en el Tercer Secreto se revela que los océanos inundarán continentes enteros y millones de personas morirán de un instante al otro.

 

Ahora, hay quien niegue que el Papa haya hecho tal afirmación; pero yo, que por casualidad me encontraba en Fulda, donde viví algún tiempo alrededor de los años 80, sé que, cuando el Papa dirigió la palabra a unos peregrinos alemanes en la cripta de la catedral de Fulda, respondió a una pregunta que le había hecho sobre el Tercer Secreto. Y una de las razones para él mencionar que no fuese a revelar el Tercer Secreto era porque, como dijo, porque “eso animaría a los Comunistas a tomar ciertas medidas”. Entonces hay alguna cosa en el Tercer Secreto que podría, por lo menos, dar la apariencia, la impresión de que habría algo que daría a los Comunistas razones para tomar ciertas medidas.

 

Pues bien, sabemos exactamente, a partir de otras apariciones marianas y de otras profecías muy creíbles, que se está a referir el Papa Juan Pablo II cuando hizo ese comentario. Un Padre alemán, el Padre Bonifacio, escribió la transcripción del comentario del Papa sobre el Tercer Secreto, y una periodista publicó su propia transcripción en una publicación alemana. Y yo leí tanto el texto publicado como el manuscrito del Padre Bonifacio, que me había sido entregado cuando estuve en Fulda. Y había una concordancia total y completa entre ambas versiones. Con toda certeza ni el Padre Bonifacio ni la periodista alemana estaba inventando las palabras que pusieron en la boca del Papa Juan Pablo II. 

 

Si el Cardenal Bertone está diciendo la verdad, entonces todas estas personas mintieron: el Papa Juan Pablo II, el Cardenal Ratzinger y el Padre Schweigl. Me parece mucho más creíble que haya un solo hombre mintiendo, y más no digo.

 

La parte aún no revelada

 

Definitivamente, hay una parte del Secreto que no fue revelada. Y no hay muchas personas que creen en lo que el Cardenal Bertone ha dicho, que el Secreto ya fue enteramente publicado y no resta nada más. Hubo la declaración hecha por el Arzobispo Capovilla, que en una ocasión contó una historia y en otra ocasión dijo que no había nada más, que el Secreto no tenía más que lo que fue publicado. Mi pregunta al Arzobispo Capovilla es que, como ambas versiones no pueden ser verdaderas, ¿dijo él la verdad cuando habló con Solideo Paolini, o está diciendo la verdad ahora? Me gustaría mucho oír la contestación a esta pregunta.

 

El Vaticano bajo ocupación masónica

 

El Tercer Secreto de Fátima fue resumido muy bien por Malachi Martin. El fallecido Malachi Martin trabajó en el Vaticano. Estudió en la Biblicum. Era un hombre de gran cultura. Escribió obras de ficción, pero no sólo de ficción; algunas de sus obras no son de ficción. Los Jesuitas por ejemplo. Escribió un libro con el título sorprendente de El ocaso y la caída de la Iglesia Romana. Aquí estamos ya a entrar en algo perteneciente al Tercer Secreto – no que la Iglesia será total y completamente derrotada, pero está profetizado en las Sagradas Escrituras, en el Libro de las Lamentaciones, donde se lee que “no creían los reyes de la tierra, ni los habitantes todos del mundo que el enemigo y adversario entrase por las puertas de Jerusalén”. (Lam. 4:12) Este texto, desafortunadamente, ya está cumpliéndose en nuestros tiempos. Y en el Tercer Secreto veremos la culminación de este Misterio de la Iniquidad.

 

El fallecido Monseñor Mario Marini trabajó cerca de cuarenta años en el Vaticano antes de morir, hace casi un año; fue en mayo del año pasado. Era mi amigo personal; lo conocía durante 35 años. En 1996, Monseñor Marini me dijo, cuando visité Roma, y hablamos de la Curia Romana, e hizo este gesto: “Nuestras manos están atadas; no podemos hacer nada, porque los masones ocupan los lugares-clave”. La última vez que lo vi, antes de morir en octubre de 2008, Monseñor Marini me dijo: “Estamos bajo una ocupación masónica”.

 

¿Hasta qué punto llegó la ocupación masónica de la Iglesia? Monseñor Marini dijo que los lugares-clave están ocupados por masones.

 

¡El Dogma es negado!

 

Tal vez esto explique por qué el dogma es negado. Tenemos el texto del Syllabus de los Errores del Papa Pío IX, que es una condenación solemne – solemne y definitiva. Vean el párrafo número 6; está de acuerdo con los criterios indicados en el código de Derecho Canónico de 1983 para una pronuncia infalible, que no es tan solemne como una definición dogmática. Pero es suficientemente solemne y definitiva para tener la nota teológica de la infalibilidad. Y vemos allá la condenación de la doctrina de la libertad religiosa casi palabra por palabra, casi exactamente de la manera como esa doctrina es presentada como siendo verdadera en el texto del Concilio Vaticano II. Aquí tenemos una inversión doctrinal, pero oímos tantas veces, una y otra vez, que no hay nada en el Concilio Vaticano II que contradiga el dogma, que no tenemos allá nada que contradiga la doctrina de la Fe, pero que debe ser interpretado según la Tradición.

 

Esto es como agarrar las 95 tesis de Martin Lutero y decir: Aquí no hay herejía, pero tenemos que interpretarlas según la Tradición. Esta afirmación es absurda. No voy a profundizar mucho este asunto, porque ya me referí a él en mi libro El Suicidio de alterar la Fe en la Liturgia, en que expliqué toda la historia de la Iglesia y que la Tradición de la Iglesia y las Sagradas Escrituras son completamente incompatibles con las doctrinas de la libertad religiosa y del ecumenismo, tal como fueron presentadas en el Concilio Vaticano II. Y así tenemos tanto la Tradición como las Sagradas Escrituras. Tenemos la condenación más firme del ecumenismo, hecha por el Papa Pío XI en su Encíclica Mortalium Animos. Dice allí que el error del ecumenismo es tan grande que destruiría la Iglesia hasta sus propios fundamentos. Pero desde el Concilio Vaticano II nos dicen que la Iglesia tiene un compromiso irrevocable con el ecumenismo, por el bien de la unidad. Esta es, en efecto, la desorientación diabólica que se refiere el Tercer Secreto de Fátima. 

 

Desorientación diabólica a todos los niveles

 

Sor Lucía se refirió a la desorientación diabólica en los niveles más altos de la jerarquía de nuestra Iglesia. Miramos a la Encíclica del Juan Pablo II Ut Unum Sint, y vemos que la desorientación estaba al más alto nivel de todos. La desorientación se había instalada en la mente del Vicario de Cristo en la tierra, el Papa Juan Pablo II. Fue él quien declaró que la Iglesia tiene un compromiso irrevocable con el ecumenismo. El problema es que el ecumenismo es la mayor amenaza para la Iglesia. El ecumenismo fue criado por los mayores y más mortales enemigos de la Iglesia con el fin de destruir la Iglesia. El ecumenismo es el mayor obstáculo a la unidad, pero a pesar de esto nos dicen que debemos promover el ecumenismo por el bien de la unidad.

 

Los fundamentos divinos de la unidad

 

Para comprender cuan absurda es la idea de que el ecumenismo promueve la unidad, basta considerar cuales son los lazos de la comunión. ¿En qué consiste la unidad? Hay tres lazos de unidad; el lazo de la Fe, el lazo de los Sacramentos, y el lazo de la Gobernación Eclesiástica. En la formula de San Pablo, él afirma: “Un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo”. (Efesios 4:5)

 

Hay una sola Fe, la Fe católica, fuera de la cual no hay salvación. O, como dijo el Concilio Vaticano I, fuera de esta Fe no hay salvación. Hay una sola religión que es de institución divina – y que es la religión católica. Ninguna otra religión del mundo es de institución divina. Por eso es que no hay salvación fuera de la Fe católica; porque la Fe católica nace de la Divinidad.

 

La gracia es necesaria para la salvación eterna

 

Las doctrinas meramente humanas no pueden darnos la salvación. No tienen el poder de conferir la gracia. Es por la Fe y por los Sacramentos, por el poder sobrenatural de Dios a través de la Fe, y por la gracia que recibimos de Dios Todopoderoso y de los Sacramentos, que alcanzamos la salvación. Por eso no puede haber comunión entre la Iglesia y cualquier otra religión. Por lo tanto, hay el lazo de la Fe, el lazo de los Sacramentos y el lazo de la Gobernación Eclesiástica. Donde hay estos tres lazos de comunión, hay unidad.

 

La “unidad” masónica

 

Como el Papa Juan Pablo II mismo declaró en Ut Unum Sint, el ecumenismo tuvo su origen en las Iglesias de la Reforma, los protestantes. Podemos mirar atrás y veremos que el ecumenismo, antes de haber invadido la Iglesia y antes de haber invadido las denominaciones protestantes, empezó por ser promovido por la Masonería. Es de origen judaico: la idea de la religión natural como vehículo de salvación para los Gentíos. Esto fue la enseñanza de los rabinos judaicos. Y el filósofo judío Mendelssohn – abuelo del compositor Felix Mendelssohn – escribió esto; hice la cita precisa del texto en mi libro El suicidio de alterar la Fe en la liturgia.

 

Ahora ya podemos empezar a comprender de que trata el Tercer Secreto: de la Gran Apostasía y de la pérdida de la Fe, y de los respectivos orígenes. Porque la unidad que sería criada por el ecumenismo es la unidad deseada hace siglos por la Masonería.

 

Es la Masonería que quiere establecer en el mundo una religión mundial con esta idea judío-protestante de la unidad. La idea de que todas las denominaciones cristianas pueden coexistir en paz y harmonía es absolutamente incompatible con la Fe católica, la doctrina de la unidad, los lazos de la comunión. Es estricta, completa y lógicamente coherente con la noción absurda del Protestantismo de que puede haber comunión en la diversidad doctrinal.

 

La falsa religión mundial única, construida 

 a partir del ecumenismo, es apostasía

 

¿Entonces qué unidad traerá el ecumenismo? No traerá la unidad en Cristo, antes aquello de que el Papa San Pío X nos avisó en su encíclica de 1910 Notre Charge Apostolique, en que nos alertaba sobre la religión mundial que se aproximaba. Esto es el gran peligro para la Fe y para la vida del cristiano de que hablaba el Cardenal Ratzinger. Esta es la Gran Apostasía de que habló el Obispo Cosme do Amaral, refiriéndose a la pérdida de la Fe. Esto es el contenido del Tercer Secreto que no fue revelado. El Obispo José Cosme do Amaral se quedó muy impresionado con esta gran tribulación espiritual, la mayor y la peor persecución de la Iglesia que jamás hubo y nunca habrá.

 

La gran tribulación viene pronto,

dice el Tercer Secreto

 

Era de esto que habló el Papa Pío XII, poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando dijo en uno de sus discursos: “La Humanidad tendrá en breve que soportar un tal sufrimiento como el mundo nunca vio antes”. La persecución que viene entonces, la tribulación que viene entonces será peor que el Diluvio, peor que las persecuciones del tiempo de los antiguos Romanos. Nuestra Señora habló específicamente de Rusia, pero para la mentalidad contemporánea, que ha sido alimentada con una comprensión muy superficial de las realidades geopolíticas, esto es difícil de comprender. ¿Cómo podrá desempeñar Rusia un papel tan horrendo, tan terrible en lo que está a punto de estallar en el mundo? Y no se equivoquen: ese tiempo ya está muy, muy cerca.

 

Tercera Guerra Mundial

 

Para comprender cuan cerca estamos de una guerra mundial, una guerra entre Rusia y el Occidente, quiero señalar una cosa que se ve en la primera edición de La última batalla del diablo, tanto como en la nueva edición: se abre el libro y vemos las torres del World Trade Center ardiendo, poco antes de su hundimiento. La idea original para incluir esa fotografía en el libro era apenas para ilustrar lo que el Cardenal Bertone estaba diciendo sobre la conclusión de un período de la voluntad de poder y de iniquidad en el mundo – que esto era ridículo, era absurdo. Pero hay una ligación más profunda que yo no comprendí cuando yo y mis coautores decidimos poner esa fotografía en el libro. Había, y aún hay una ligación mucho más íntima entre el terrorismo internacional y cómo él está a llevarnos directamente a un gran choque entre las superpotencias, entre Rusia y los Estados Unidos y sus aliados.

 

Estaba yo en el año pasado en el Vaticano, hablando con un Arzobispo y, cuando yo le apunté cómo estábamos cerca del estallar de una nueva guerra mundial, él no conseguía comprender. Muchos Obispos con quien hablé no tienen dificultad en comprender, y darse cuenta exactamente por qué. Pero, por los comentarios del Arzobispo y la expresión de su cara, hasta parecía que yo había dicho alguna cosa como Vladímir Putin es un extraterrestre que tiene ejércitos secretos al otro lado de la luna.

 

De la misma manera, hace cinco años hablé con un hombre en Alemania, y le indiqué que el tiempo de la próxima guerra mundial se estaba aproximando, que sucedería en un futuro próximo. Y él me replicó: “No, no, no puede ser. Rusia y el Occidente son socios, son amigos. Mire usted me dijo Putin y el Canciller Schroeder son amigos”. Sí, Putin y George W. Bush dicen que son amigos; pero lo interesante es que, cuando el Presidente Putin avisó su amigo George W. Bush que habría un ataque terrorista a los Estados Unidos, y que usarían aviones, George W. Bush no dio atención al aviso.

 

Si comprendemos quien estaba realmente por detrás de ese ataque, del ataque en Londres el 7 de julio de 2005, seremos entonces capaces de descifrar el mensaje del Presidente Dimitry Medvedev, cuando se refirió a los ataques recientes: los atentados con bombas hechos en el metropolitano de Moscú y los ataques siguientes en Rusia. Como dijo uno de los expertos del Gobierno ruso sobre terrorismo: “Esos ataques son un acto de guerra contra toda Rusia”. El Presidente Medvedev, en un discurso reciente, dijo que esos ataques habían sido organizados por un grupo islámico del norte del Cáucaso, que estaba ligado a la organización conocida por el nombre de Al-Qaeda.

 

Si comprendemos el origen de la Al-Queda, comprenderemos que no estamos hablando sobre un grupo independiente de terroristas, antes sobre operaciones clandestinas de bandera falsa de un Estado contra otro. Y ahora podemos comenzar a comprender que estamos muy cerca de la próxima guerra mundial. Habrá una guerra mundial. ¿Y qué sería lo más asustador? Diré esto: sabemos por las profecías católicas que la próxima guerra será breve. Son las buenas noticias. Las malas son lo que vendrá después.

 

La profecía de 1854

de la Tercera Guerra Mundial

 

En la profecía de Zacarías – un judío armenio que se convirtió a la Fe católica – publicada en 1854, hay un texto editado de la profecía de las revelaciones que había recibido de Dios. Un tal Padre Fattecelli compiló las profecías y las publicó en un libro que llamó Día de Ira: La mano de Dios sobre un Imperio. Ese imperio es descrito en sus dimensiones geográficas como ocupando el espacio equivalente a lo de la Unión Soviética y de China. Es este imperio que usará gran maña y engaños, como tuvimos en el período de la Détente, y los de glasnost y perestroika de Gorbachev, antes de la demolición programada de la Unión Soviética.

 

Y entonces habrá la guerra que la profecía se refiere como “el combate de los fuertes contra los fuertes”. El imperio del norte – comprendiendo Rusia y China – haría guerra contra Norteamérica. Y este texto del Siglo XIX dice que dispararán sus mísiles contra Norteamérica y Norteamérica caerá y será conquistada y reducida a la esclavitud. La próxima frase es la más espantosa de todas. Será entonces lo que dice Zacarías en este texto publicado en 1854: “Y entonces el mundo entero caerá bajo el dominio del primogénito del Infierno”.

 

La Tercera Guerra Mundial

en el Tercer Secreto

 

Es esto el Tercer Secreto. ¿Qué cerca estamos ya de la gran guerra que introducirá el imperio de los sin Dios, la religión universal de la Masonería? Examinemos una predicción que fue hecha; no una profecía, sino una predicción.

 

La edición del 16 de enero de 1962 de la revista Look publicó una entrevista – una entrevista dada por David Ben-Gurion, Primer-ministro de Israel en ese entonces. Pueden ir a un motor de busca [del internet] y encontrará con mucha facilidad el texto y la fotografía de la página de la revista Look.

 

Falsas acusaciones masónicas

 

Menciono esto porque hace cerca de veinte años, en un programa de radio, hablé de esta entrevista y la asociación B’nai Brith, la Liga Anti-Difamación, me acusaron de haber fabricado el texto. Ben-Gurion, decían ellos, nunca habían hecho tales declaraciones. Entonces dije al dueño de la estación de radio: “Bueno, si quiere saber la verdad de este asunto, lea la revista Look del 16 de enero de 1962”. No dije nada más, no era necesario decir nada más.

 

Y cuando se publica esta cita, la Liga Anti-Difamación se presenta como una organización judaica y dice: Este sacerdote es anti-judaico, anti-semita; es por odio a los judíos que está diciendo esto. Lo que resta saber es que la Liga Anti-Difamación no es judaica. Pertenece a la logia Masónica B’nai Brith; es una asociación masónica. Tiene un nombre hebraico, Hijos de la Alianza, pero son tan judíos como los sacerdotes de Baal que fueron masacrados por el profeta Elías. El profeta Elías era judío, y no los sacerdotes paganos que mató. Menciono esto porque, a pesar del nombre aparentemente hebraico, la B’nai Brith es masónica.

 

Es un asunto muy simple. Se escribieron libros haciendo la pregunta e intentando contestarla: ¿qué es un judío? Para mí, lo fundamental es que un judío es una persona que adora el Dios de los judíos. Un pagano es una persona que adora los dioses de los paganos. La B’nai Brith es masónica, es pagana, presta culto a los dioses de los paganos, adora dioses paganos, adora el dios que era adorado por los sacerdotes de Baal que fueron masacrados por el profeta Elías.

 

Amar la justicia, detestar la iniquidad

 

Cuando apunto el dedo a la Masonería, no es por odio a los judíos, sino por odio a la iniquidad. Como las Sagradas Escrituras dicen de Cristo: “amaste lo que está cierto y detestaste la iniquidad”. (Salmo 44:8) Es por odio a la iniquidad diabólica del culto de los demonios, de los falsos dioses de los paganos.

 

Esto es algo que es, verdaderamente, digno de ser detestado. La Masonería es una institución diabólica detestable, apenas merece ser detestada, enfrentada y destruida. El Papa León XIII dijo que la Masonería tenía que ser derrotada, que no es una institución con que pudiésemos procurar una amistad ecuménica. Es una organización que debe ser arrancada y barrida de la faz de la tierra. Y la mano de Dios barrerá la Masonería de la faz de la tierra en el Gran Castigo. Esto para que en el tiempo del triunfo del Inmaculado Corazón de María, ya no exista la institución diabólica de la Masonería.

 

La visión de David Ben-Gurion

de la victoria masónica

 

Y así, el texto de esa entrevista de David Ben-Gurion muestra que no estaba hablando como portavoz del pueblo judío, o de la religión judaica, o de la nación de Israel, antes como portavoz de la Masonería, al decir en 1962 cómo el mundo fuese a cambiar en cerca de veinte y cinco años. Es muy interesante notar que coloca su contexto al fin de la Guerra Fría, cuando la Guerra Fría terminase. Esto es muy interesante.

 

Podemos ver que ya en aquel entonces había planes para acabar con la Guerra Fría de manera como acabó. Efectivamente, 25 años más tarde, en 1987 – exactamente 25 años más tarde – hubo aquel discurso bien conocido del Presidente Gorbachev al Partido Comunista, en que dijo: “Señores camaradas, no sean alarmados con toda esta conversación de perestroika, glasnost y de democracia que vendrán en la Unión Soviética”. Cuatro años más tarde, llegó esta democracia. Gorbachev dijo al Partido Comunista: no tengan miedo de esto, no se alarmen con esto. Dijo esto en 1987.

 

Sólo cosmético

 

Dijo esto era sólo cosmético, que estos cambios serían apenas cosméticos. Así se haría con que los americanos fuesen a dormir. En 1984, Anatoli Golitsyn publicó un libro, The Perestroika Deception, en que preveía la restructuración de la Unión Soviética que Gorbachev hizo, y que llevó la Unión Soviética a transformarse en la Federación Rusa y en la Comunidad de Estados Independientes.

 

Un Gobierno global

 

En el Club de Roma, fundado con el dinero de David Rockefeller, los globalistas trabajaron juntos por la institución que se llamaron “gobernación global” – aquello que David Rockefeller llama “un solo mundo”. Dice en su autobiografía que está trabajando para un gobierno mundial. Alrededor de 1973, puede leerse en sus papeles que, después del fin de la Guerra Fría, es necesario tener alguna cosa que asuste a todos los pueblos del mundo. Habrá necesidad de un miedo unánime que se pueda usar para imponer un gobierno mundial a los pueblos del mundo, y que esto será lo que se ha llamado calentamiento global, cambio climático.

 

Leyes e impuestos aplastantes

 

Así, el diciembre pasado, en la Conferencia de Copenhague, se habló de la imposición a la escala global de impuestos sobre las emisiones de carbono. Una pesadísima carga de impuestos que robarían especialmente a las clases obreras, a las clases pobres el dinero que necesitan para sobrevivir, para comprar comida y proporcionar sus necesidades básicas. Todo esto les sería tomado a través de impuestos. Y por otro lado, la política de usar cosas como créditos de carbono para desindustrializar el mundo, disminuir la producción. Lo que van a crear así son carestías artificiales, para después decirnos que el problema es que hay demasiadas personas. En realidad, no hay un exceso de población, el mundo no está sobre-poblado; ellos están creando artificialmente, por su voluntad, las crisis económicas que, según sus planes, culminarían en el año 2012.

 

En la Conferencia Wilderness, realizada en Colorado en 1987, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, los presentes estuvieron a discutir apoderándose de tierras de cultivo y de tierras desarrolladas y transformándolas de nuevo en tierras abandonadas – aquello que se llama la desindustrialización. Estuvieron a discutir esto en 1987. Y en esta Conferencia estuvo presente Edmund de Rothschild, estuvo presente David Rockefeller, estuvo presente Maurice Strong, representante de los Rothschilds.

 

Crisis financiera global

 

Nos dicen que estaban planeando una crisis económica mundial, que culminaría en el año de 2012. Después importarían al mundo un banco central global; habría apenas un banco central para todo el mundo. En el año pasado, tal vez se recuerdan de que, en el encuentro de los G-20, el Presidente Medvedev mostró una moneda a señalar una unidad monetaria global, y el Primer Ministro Putin propuso la creación de un banco central global. Todas estas personas están hablando de estas cosas como hizo el Club de Roma en el inicio de la década da 1970. Tal como Gorbachev previó en 1987 el fin de la Guerra Fría y la democracia inminente en la Unión Soviética, David BenGurion, ya Primer Ministro de Israel en enero de 1962, habló de los cambios que sucederán después de la terminación de la Guerra Fría. Y dijo que América ya se habría transformado entonces en un Estado social con una economía planificada. Esto es una expresión eufemística para describir aquello que, en una sola palabra, se llama socialismo.

 

¿Los Estados Unidos Socialistas?

 

¿Estarán ahora los Estados Unidos a tornarse socialistas? Así parece, con las políticas siendo instituidas por el Presidente Obama. Y esto no es sólo mi opinión. En septiembre pasado, vi en Russia Today una entrevista con Mikhail Gorbachev. Y Gorbachev dijo que, con el Presidente Obama, los Estados Unidos estaban ahora a pasar por su propia perestroika, su propia restructuración. David Ben-Gurion previó esto en 1962, en la entrevista a que nos referimos. Y después dijo que “Europa vendría a ser una federación de Estados autónomos, con un régimen socialista y democrático”. No socialista en el sentido del colectivismo de la Unión Soviética, sino del género de socialismo que se encontraba en el Nacional-socialismo de Alemania, aunque sin la propaganda racial germánica del Movimiento Nazi. Estamos ahora en una dictadura muy poco democrática – hasta podríamos llamarle burocracia – como la dictadura del Directorio de la Revolución Francesa, impuesta, a partir de Bruselas, a todos los Estados miembros de la Unión Europea, y que realizaría las previsiones de David BenGurion.

 

Gorbachev llamó la Unión Europea el nuevo Soviet Europeo, y está descrita muy bien por Christopher Story en su libro The European Union Collective: Enemy of Its Member States. Entre las instituciones de la UE encontramos la institución de impuestos, del tipo de impuestos que fueron recomendados en la Conferencia de Copenhague. Serían supuestamente a causa de las alteraciones climáticas. No fue por casualidad que anunciaron esto en la misma Conferencia en que anunciaron la necesidad de una gobernación global. Y la Conferencia se preocupó más con la creación de una estructura institucional para una gobernación global – que es decir un Gobierno mundial; y el asunto de las alteraciones climáticas era apenas una disculpa para dar la idea de que esto era necesario. Y dicen que la gran solución no es imposición de impuestos y reducción de las emisiones de carbono, sino una reducción drástica de la población.

 

Europa se hizo exactamente lo que David Ben-Gurion predijo que sucedería siguiendo el fin de la Guerra Fría. Cuando la Guerra Fría acabase, se vería los Estados Unidos hacerse socialistas, se vería Europa hacerse un estado federal unido. Es una realidad, sucedió. Y el después dijo que la Unión Soviética entonces se habría transformado en un estado federal eurasiático. ¿Cuántas personas podrían haber soñado que un día la Unión Soviética se transformaría instantáneamente en una Comunidad, en una unión federal de estados independientes? Ben-Gurion lo previó en 1962.

 

¿Y qué sucederá cuando los Estados Unidos se hacen socialistas, cuando Europa se hace un estado federal, cuando la Unión Soviética se hace un estado federal eurasiático? Todo esto sucedió. ¿Pero qué será la próxima cosa a suceder? Ben-Gurion dijo que habrá una federación mundial de continentes. Y el Gobierno mundial. Es el Gobierno mundial que ha sido abiertamente promovido por la Masonería desde la década de 1730. Son conocidos sus planes para establecer en el mundo un “Nuevo Orden Mundial”, la republica masónica mundial. Era de esto que Ben-Gurion estaba hablando, cuando dijo que habría una federación mundial de continentes, y su sede sería el Supremo Tribunal de la Humanidad, que juzgaría todas las naciones sin apelación. Y sería ubicado en Jerusalén. Y después va aún más lejos; liga esta idea, no al secularismo – no estamos hablando de algo judaico o de Sionismo secular, no referimos aquí a una doctrina política. Él lo conecta a un sistema de creencia, y dice una blasfemia, que será el cumplimiento de lo que fue predicho por el profeta Isaías.

 

Blasfemia

 

Es blasfemia porque el profeta Isaías era un profeta judaico, no era un masón. La religión de Ben-Gurion, como la del masón, fue descrita – si me recuerdo correctamente – en el séptimo capítulo del libro del Profeta Ezequiel. Cuando Dios mostró al profeta Ezequiel la visión de la abominación, los ancianos de Israel prestaban culto al sol naciente. Esta adoración es el culto solar pagano de la Masonería, para quien el sol es la representación de la divinidad pagana adorada por los antiguos Cananeos; el culto de Baal, que era el archienemigo de Dios Todopoderoso y de los profetas judíos.

 

Es esto que San Juan dice en Apocalipsis 2:9: “…eres blasfemado de los que se llaman judíos, y no lo son, antes bien son una sinagoga de satanás”.

 

Un masón católico o un masón judío no existen

 

Claro que ellos no son judíos. No puede haber tal cosa como un masón judío, ni un masón católico. Es una contradicción. Como cristianos, nosotros adoramos a Dios que es el Padre de Nuestro Señor Jesucristo – Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los judíos adoran el Dios de los patriarcas y de los profetas; el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob; el Dios de Moisés; el Dios de los profetas. El Dios del Antiguo y del Nuevo Testamentos es el único y mismo Dios. Por lo tanto, si una persona es cristiana o si es judía, se define como cristiana o judía consonante al modo como adora ese Dios. Pero si una persona es masón, entonces adora los dioses demoniacos de la Masonería y no se puede llamarle ni cristiana ni judía, porque no adora el Dios de los cristianos y de los judíos. Esto es el misterio de la iniquidad revelado en las Sagradas Escrituras.

 

El proyectado Nuevo Orden Mundial

 

El Presidente George Bush el mayor dijo en 1989 que el Nuevo Orden Mundial sería una realidad dentro de once años, apuntando específicamente al año 2000. La nueva era fue inaugurada con celebraciones pomposas en este año; pero lo que realmente inició el camino al Nuevo Orden Mundial – la republica masónica universal – fue el ataque del 11 de septiembre de 2001. No tengo tiempo para tratar en mayor detalle este asunto… 

 

Al-Qaeda, en árabe, significa “la base”. ¿Y qué es la base? El Secretario de los Negocios Extranjeros del Reino Unido – en ese entonces, de 1997 a 2001, sería Robin Cook – o, para darle el título oficial, Secretario de los Negocios Extranjeros y de los asuntos de la Comunidad [Británica] – reveló en el año de 2002 que Al-Qaeda, “la base”, era un nombre inspirado en una base de datos de computadora, una lista de miles de mujahidin, que estaban dispuestos a ser reclutados y formados.

 

¿Tuvo alguna utilidad para los Taliban del Afganistán abrigar terroristas para atacar las Torres Gemelas en Nueva York? No. Su país fue conquistado en consecuencia de este ataque; sus intereses en nada fueron servidos. ¿Pero entonces, se sirvieron los intereses de quien? 

 

Volvamos a la década de 1990. Zbigniew Brzezinski escribió un libro, The Grand Chessboard, que es un libro sobre geopolítica que presenta un plan para los Estados Unidos conquistar el Afganistán, toda la región de Asia central y del sur, para alcanzar el envolvimiento de Rusia y eventualmente la conquista de Rusia. En 1999, en un documento elaborado por un think-tank llamado Proyecto para el nuevo siglo americano (PNAC), fue presentado un plan para la reconstrucción de las defensas americanas, de modo a establecer los Estados Unidos como la superpotencia monolítica unipolar que dominará todo el mundo. Y para poner en andamiento el proceso que resultará en la situación en que los Estados Unidos tendrán el dominio global, sería necesario un acontecimiento catalizador, un nuevo Pearl Harbor… 

 

Francesco Cossiga, antiguo Presidente de Italia, – aún más significativo, que había estado al frente de la seguridad del Estado antes de ser electo Presidente de Italia – dijo hace tres años que los ataques a las Torres Gemelas eran una operación de los servicios secretos. 

 

Por lo tanto, no fue Osama bin Laden. Osama bin Laden no era, por lo tanto, líder de todos estos ataques terroristas en los Estados Unidos, en Inglaterra, en España, en Indonesia, en Bali. El Presidente Medvedev dijo que fue la Al-Qaeda que atacó a Rusia, que fue responsable por las explosiones en el metropolitano de Moscú. Vladímir Kosin, experto en terrorismo del Gobierno Ruso, dijo que este ataque es un acto de guerra contra toda Rusia. Y el Presidente Dimitri Medvedev apuntó el dedo a la AlQaeda. 

 

La guerra mundial está muy cerca 

 

Ahora podemos comprender que estamos muy cerca de una guerra entre Rusia y el Occidente. Lo vemos en los escritos de Brzezinski, lo vemos en los escritos de los think-tanks que fueron contratados por el Gobierno para formular su política, la política externa. Un super-Estado globalista siendo dominado por los Estados Unidos. Los Estados Unidos y la Inglaterra, trabajando juntos a través de la Masonería anglosajón para dominar el mundo, para crear una republica masónica mundial. La Rand Corporation (fíjese que Zbigniew Brzezinski es uno de sus directores), que trabaja para las fuerzas armadas de los Estados Unidos, recomendó el año pasado que los Estados Unidos se envolviesen en una guerra de grandes proporciones. El Irán es muy pequeño, tiene que ser algo mucho más grande que Irán. Fue publicado por la prensa chinesa, pero no la prensa occidental. En el Occidente, el Gobierno de los Estados Unidos intenta difundir la imagen de que están bajo ataque, cuando, en efecto, está desempeñado el mismo papel que Alemania desempeñó en el siglo pasado. ¿Qué dio a Rusia la oportunidad de esparcir sus errores, conquistar a Europa Oriental e imponer la Cortina de Hierro? Fue la Segunda Guerra Mundial. Fue cuando la Alemania de Hitler desencadenó una guerra de agresión que se hizo la Segunda Guerra Mundial. Y ahora los Estados Unidos están haciendo una guerra de conquista en Afganistán, y anuncia planes para conquistar toda aquella región, para alcanzar el envolvimiento de Rusia y conquistar eventualmente Rusia y China.

 

Claro que no leerá esto en su periódico diario. Quieren que pensemos que la gran amenaza para el mundo es el terrorismo. El terrorismo es algo que está siendo desencadenado en el mundo para servir las ambiciones geopolíticas de la Masonería anglosajón, y Rusia responderá. Estalín esperó demasiado tiempo. Él sabía lo que Hitler fue a hacer; él estaba planeado una invasión de Alemania por Rusia, pero la Unión Soviética fue atacada primero. Veinte y uno días antes del ataque planeado contra Alemania, Hitler atacó primero. No pensemos que Rusia cometerá de nuevo el mismo error. 

 

El Tercer Secreto nos da un aviso

– ¡Necesitamos conocerlo ya!

 

En las apariciones aprobadas por la Iglesia, Nuestra Señora habla de Rusia haciendo guerra, de Rusia invadiendo a Europa, de Rusia atacando a América con ejércitos secretos. Estos son los mensajes de Nuestra Señora a Sor Elena Aiello. Y dice San Pablo: “No despreciáis las profecías” (1 Tes. 5:20) Esto es especialmente verdadero en este tiempo, debido a la guerra y tribulación que se aproximan y a la gran persecución bajo el gobierno mundial masónico, y debemos estar prevenidos para prepararnos mejor. Esto fue profetizado varias veces; desde el Siglo IV vemos profecías de los Santos que anuncian estas cosas. Siglo tras siglo, la Bienaventurada Siempre Virgen María desciende del Cielo para avisarnos precisamente sobre la guerra que vendrá – fue lo que Ella hizo en Quito, Ecuador (hace ya 400 años); y es lo que la Señora ha hecho, una y otra vez, a avisarnos de la guerra tremenda que en breve estallará en el mundo. 

 

En su ignorancia de aquello que está realmente sucediendo en el mundo, algunas personas miran a Fátima y al texto integral de Tercer Secreto escrito por Sor Lucía y preguntan: ¿“Podemos creer que este texto del Tercer Secreto es realmente de Nuestra Señora”? Pero el Tercer Secreto, como una vez afirmó el Cardenal Ratzinger, ya ha sido mencionado veces sin cuenta en muchas otras apariciones marianas. Corresponde a aquello que es revelado en las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, si nosotros no creemos en él, violamos el principio presentado por San Pablo en las Sagradas Escrituras, al decir: “No despreciáis las profecías”. 

 

Por fin, Nuestra Señora vencerá 

 

Dios nos envía una profecía. Es un don para avisarnos, no para revelar algo nuevo, sino para dar aviso sobre aquello que debemos hacer para enfrentar, en el momento presente, los peligros a nuestra Fe y a nuestras vidas. Es a esto que el Cardenal Ratzinger se refiere, cuando dijo que el Tercer Secreto de Fátima tiene que ver con “los peligros que amenazan la Fe y la vida del cristiano, y consecuentemente (la vida) del mundo”. “Él corresponde a lo que se revela en las Sagradas Escrituras”, precisamente, a las últimas cosas. 

 

Es esto el contenido del Tercer Secreto de Fátima que aún no fue revelado. Yo pinté todo el cuadro en general; pero él es mucho más específico. La fraseología de Nuestra Señora es corta y despojada, muy exacta, y revela con precisión los acontecimientos horrorificos[*] y terribles que en breve se desencadenarán en el mundo. Pero no será ese el fin. Porque… ¿qué sucederá al fin? Recordemos lo que dijo Nuestra Señora: “Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será dado al mundo algún tiempo de Paz”. 

 

[*] Tal como el Papa Benedicto XVI sugirió el 11 de mayo de 2010.

 

RED DE FÁTIMA

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