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Revelación privada a Monseñor Ottavio Michelini

 

No deja de extrañar en la urgencia del tiempo presente, el contraste entre la sorda lucha subversiva contra los valores morales y la ausencia en la predicación de un aldabonazo a la pronta conversión a la fe que los sustenta, no solamente en orden a preservar la cultura humana  sino a la salvación de las almas.

 

La permanente lucha entre el bien y el mal, no encuentra en su clímax actual la contrapartida de una pastoral de combate espiritual semejante al primitivo cristianismo que brotaba pujante rodeado de la decadente cultura pagana.
 

CONFIDENCIAS DE JESÚS A UN SACERDOTE

Desciende en nuestra generación la manifestación abierta de la fe, aumentan las ausencias esporádicas y las sistemáticas al precepto divino de santificar las fiestas que lógicamente se acusa más entre los jóvenes, invade la familia un clima secularizado, que contribuye relegar las tan necesarias vocaciones al sacerdocio y  religiosas a un descenso en número alarmante.

 

Por otro lado se hace presente la fuerza del Espíritu tanto en nuevas comunidades religiosas pujantes que contrastan con el decaimiento en muchas antiguas y en el seno del pueblo cristiano la actividad del mismo Espíritu hace surgir acá y allá movimientos y grupos de oración, que son un estímulo que contribuye a renovar la vivencia de la vida cristiana y aun la constatable asistencia y colaboración en las parroquias donde son aceptados por sus pastores locales. Pero es innegable que el mal permanece y trabaja en lo profundo de la sociedad en dirección tendente a la descristianización de Continentes enteros en otro tiempo ganados para el Evangelio. 

 

Por ello es providencial en este contexto, la claridad de diagnóstico y remedios que ha manifestado el Señor a Mons. Ottavio Michelini. Había servido en la diócesis de Carpi, y ya jubilado atendía como capellán a una Asociación de discapacitados físicos en Modena dándose también de alta al recién surgido Movimiento Sacerdotal Mariano. Desde 1975, durante los cuatro últimos años de su vida, ha estado recibiendo las "confidencias" de Jesús, pues falleció el 15 de octubre de 1979.  Casi un año antes expresaba el Señor el sentido de estos escritos: 

 

"Por medio de este mensaje Yo he querido dar a los hombres de este tiempo la visión realista y verídica de los dos mundos que se enfrentan: el de la Luz y el de las tinieblas". (23.XI.1978)  

 

En palabras apresuradas revela Jesús la situación actual del mundo y de la Iglesia, denuncia las carencias de la pastoral actual, opone como rectificación su propio método y enseñanza tanto a las multitudes como a los Apóstoles y sienta bases y directrices que de ser escuchadas y aplicadas, podrían evitar la catástrofe. 

 

No deja de señalar en estas "confidencias" la importancia y el puesto relevante de María cuyo triunfo sobre las fuerzas del mal recuerda lo ya predicho en Fátima y la constante insistencia del pontífice Juan Pablo II que viene reclamando una Nueva Evangelización y augura una nueva primavera de la Iglesia en la Tertio Milenio Adveniente con el establecimiento del Reino de Jesús en los corazones.  

 

M. Blanco

 

(http://www.diosjesustehabla.com)

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