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BEATA ELENA AIELLO

(1895 - 1961)

Entre sus muchas profecías y avisos, Sor Elena advirtió el trágico fin de Mussolini. El dictador italiano murió fusilado el 28 de abril de 1945 tras ser detenido cuando trataba de escapar de Italia disfrazado de soldado alemán.

 

"¿Os acordáis cuando el 7 de julio del año pasado me preguntabais que le podría ocurrir al Duce, y que yo os respondí que si no permanecía unido al Papa, tendría un fin peor que el de Napoleón? Ahora os repito las mismas palabras: si el Duce no salva Italia haciendo todo cuanto diga y haga el Santo Padre, pronto caerá", decía la profecía.

 

Sin embargo, su profecía más conocida es la del Viernes Santo de 1954 en la que, entre otras cosas, advirtió los escándalos en la Iglesia por los pecados de los sacerdotes: "Escucha bien lo que digo y comunícalo a todos: Mi corazón está triste por los muchos sufrimientos que amenazan a este mundo. La justicia de nuestro Padre Celestial está ofendida gravemente. El mundo está inundado por una crecida de corrupción. Los gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios en carne humana, y mientras hablan de paz, preparan la guerra con instrumentos devastadores, para aniquilar pueblos y naciones. Innumerables escándalos llevan las almas a la ruina, especialmente de la juventud".

 

"El hogar, fuente de la fe y de santidad, está manchado y destruido. Continúan viviendo pertinazmente en sus pecados. Cerca está el azote para limpiar la tierra del mal. La Justicia divina reclama la satisfacción de tantas ofensas y maldades que cubren la tierra y no se puede tolerar más. Los hombres obstinados en sus culpas no se vuelven a su Dios. La gente no se somete a la Iglesia, y desprecia a los sacerdotes por haber muchos malos entre ellos, que son causa de escándalos".

 

"Hacen falta oración y sacrificios, que vuelvan a los hombres a Dios y a mi Corazón Inmaculado. Propaga a gritos todo esto, en todo el mundo, como eco verdadero de mi voz. Hazlo saber porque ayudará a salvar muchas almas e impedirá mucha destrucción en la Iglesia y en el mundo"

 

Elena Aiello falleció el 19 de junio de 1961.

 

Conocida popularmente como "la monja santa de Calabria", se introdujo oportunamente su proceso de canonización; en 1991 fue declarada Venerable. El 2 de abril de 2011 el Papa Benedicto XVI firmó el Decreto relativo al milagro atribuido a la intercesión de Elena Aiello.

[Catholic.net] Sor Elena Aiello nació en abril de 1895 en Montalto Uffugo (Cosenza, Italia). Se dice que ya de muy chiquita enseñaba el catecismo a niños menores que ella. En 1920 intentó entrar en las Hermanas de la Preciosísima Sangre, para lo que se dirigió al noviciado que estas religiosas tenían en Pagani. Tuvo que volver a Montalto por muy graves problemas de salud, cuya curación atribuyó a la intercesión de Santa Rita de Casia.

 

En marzo de 1922 mientras practicaba en privado la devoción de los trece viernes de San Francisco de Paula, recibió los estigmas al tiempo que su rostro sudaba sangre. Desde entonces la efusión de sangre en su cara es un fenómeno que se repetirá cada viernes de marzo y especialmente en Viernes Santo; al fenómeno físico del sangrado se unía el dolor, la privación de los sentidos, el hablar proféticamente en nombre de Jesús, de María o de San Francisco de Paula.

 

En 1928 con Gina Mazza dan inicio en Cosenza a las Mínimas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, con el objetivo de honrar la Pasión del Señor y socorrer espiritual y materialmente a los pobres, especialmente a la infancia necesitada. El instituto obtuvo el reconocimiento de derecho pontificio en 1948.

ALGUNAS REVELACIONES

Sor Elena, conocida como "La Monja Santa", fue Madre General y Fundadora de las hermanas Mínimas de la Pasión de Nuestro Señor, estigmatizada de modo excepcional y víctima por la humanidad. Fue estimada y consultada con frecuencia por el Papa Pío XII, reconociendo en ella dotes de abnegación, caridad y profecía. Su vida está escrita en el libro de Francisco Spadafora: "Sor Elena Aiello, La Monja Santa".

 

Palabras de la Madre Elena Aiello: "Después de comenzar los sufrimientos usuales, aproximadamente a la 1.00 de la tarde, Jesús se me apareció cubierto de llagas y de sangre y me dijo: Mira, hija mía, como los pecados del mundo me han herido. El mundo se ha sumergido enteramente en la suciedad y desborda corrupción. Los Gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios encarnados".

"Mientras hablan de paz, se están preparando para una guerra con armas devastadoras para la destrucción de pueblos y naciones. Los hombres ABUSAN DE MI MISERICORDIA y han transformado la Tierra en una escena de crímenes. Muchos escándalos llevan a las almas a la perdición... Especialmente por la corrupción de la juventud. El rezo está casi muerto en los labios de muchos. La voluntad de los hombres ya no cambia. Viven en la obstinación del pecado".

 

"Se necesita oración y penitencia de mis almas fieles para aplacar la Justicia Divina, para atemperar la justa sentencia del castigo, que ha sido suspendida en la Tierra POR LA INTERCESIÓN DE MI AMADA MADRE, que es también Madre de todo el linaje humano. Oh, que triste está mí Corazón al ver que LOS HOMBRES NO RESPONDEN a los muchos llamamientos de mí amor y de dolor, dirigidos por mí Amada Madre a la humanidad errante. Errado en la oscuridad siguen viviendo en sus pecados y se alejan más de Dios; pero el CASTIGO DE FUEGO se acerca para purificar la Tierra de las iniquidades de los perversos".

 

Revelación hecha el 16 de abril de 1954: "La Justicia de Dios exige reparación por las muchas ofensas y crímenes que cubren la Tierra y que ya no se pueden comprometer más. Anuncia a la humanidad que deben volver a Dios, haciendo penitencia y haciéndolo así tienen esperanza de ser perdonados y salvados de la justa venganza de un Dios despreciado".

 

En 1955 tuvo una revelación de la Santísima Virgen, quien se presentó con un vestido negro y siete espadas atravesando su Inmaculado Corazón, y le reveló lo siguiente:

 

"Óyeme con atención y revela a todo el mundo: Mi Corazón está muy triste por los sufrimientos que vendrán sobre el mundo que se bate en una catástrofe inminente. La Justicia de Dios es ofendida al extremo. LOS HOMBRES VIVEN EN LA OBSTINACIÓN DE SUS PECADOS. La ira de Dios está muy cerca. Proclama, grita en alta voz, hasta que los Sacerdotes de Dios oigan mí voz para que avisen a la humanidad de que el castigo está muy cerca. Y si los hombres no vuelven hacia Dios con la oración y la penitencia, el mundo será lanzado a una nueva y más terrible guerra".

 

"Una tempestad de fuego caerá sobre la Tierra. Este castigo terrible que nunca se ha visto en la historia de la humanidad y durará 70 horas. Los ateos serán aplastados y aniquilados y muchos se perderán porque permanecerán en la obstinación de sus pecados. Entonces se verá el poder de la luz sobre el poder de las tinieblas. NO GUARDES SILENCIO, hija mía, porque las horas de las tinieblas y el abandono se acercan".

 

"Me inclino sobre el mundo teniendo en suspenso la Justicia de Dios. De otra manera estas cosas hubieran venido ya sobre la Tierra. Oraciones y penitencias son necesarias porque los hombres deben volver a Dios y a mí Corazón Inmaculado, la MEDIADORA entre los hombres y Dios, y de esta manera el mundo al menos será salvado en parte. Proclama, gritando estas cosas a todos, como si fueras el mismo eco de mí voz. Anuncia esto a todos, porque ayudará a salvar muchas almas e impedir muchas destrucciones en la Iglesia y en el mundo".

 

Revelación del 7 de enero de 1950: "Cuando en el Cielo aparezca una señal extraordinaria, sabed los hombres que está próximo el castigo del mundo, BIENAVENTURADOS LOS QUE EN AQUELLOS MOMENTOS PUEDAN LLAMARSE DEVOTOS DE MARÍA... El azote del fuego está próximo y purificara la Tierra de la iniquidad de los malvados... La Justicia de Dios gravita sobre el mundo y la humanidad manchada de fango será lavada en su propia sangre, enfermedades, hambre, terremotos, naufragios y en la guerra. Algunas naciones serán purificadas, mientras otras desaparecerán completamente. Italia será castigada y purificada por una gran revolución".

 

El 27 de marzo de 1959 (Viernes Santo) tuvo la siguiente revelación: "Qué de estragos hacen en medio de la juventud y de los niños el pecado de la impureza. LA FAMILIA CRISTIANA HA DEJADO DE EXISTIR. Rogad incansablemente... Roma será castigada... Rusia se impondrá sobre todas las naciones, de manera especial sobre Italia, y elevará la bandera roja sobre la cúpula de San Pedro; la Basílica será rodeada de leones muy feroces".

 

Revelación del 22 de agosto de 1960: "La hora terrible avanza sobre el mundo; muchas naciones serán castigadas, especialmente Italia por revoluciones sangrientas... Rusia ha preparado sus armas secretas contra América, contra Francia y contra Alemania. La guerra está próxima. El Rin Alemania-Suiza estará lleno de cadáveres y de sangre. El Papa deberá sufrir mucho. El león rugiente avanzara hacia la cátedra de Pedro para difundir sus errores. La hiel de Rusia emponzoñará a todas las naciones, especialmente a Italia".

 

Revelación del Viernes Santo de 1961: Estas son las últimas revelaciones de Sor Elena Aiello. Después de algunos meses murió en Roma en la casa de su Congregación de la calle de Bandassin.

 

La Santísima Virgen le dijo: “Si la humanidad no vuelve a mí Corazón y al de mí Hijo Jesús, el mundo se hundirá en el abismo... Rusia esparcirá sus errores sobre todas las naciones, especialmente sobre Italia. El mundo ha caído muy bajo y tiene necesidad de castigos, de plagas con que ser purificado. Los hombres no reconocerán ya a su Dios; su dios ahora es el pecado, el placer, la deshonestidad; nadie se vuelve a Dios, por eso sobrevendrán los más terribles castigos de destrucción y de muerte sobre las naciones, especialmente sobre Italia. Rusia está conducida por Satanás; ella busca el dominio absoluto sobre toda la Tierra. La Iglesia será perseguida y el Papa y los sacerdotes deberán sufrir mucho”.

 

Del libro: ¡Alerta Humanidad!

 

Fuente: Blog Apostolado Eucarístico [http://wwwapostoladoeucaristico.blogspot.com]

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