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Resumen de la Parte III de
El inminente Gran Castigo revelado
en el Tercer Secreto de Fátima

 

La “Nueva” Guerra Fría

 

por el Padre Paul Kramer, B.Ph., S.T.B., M.Div., S.T.L.(Cand.)
 

En 1989, la Secretaria de Estado del Vaticano ha promulgado “La Línea del Partido”[1]: “La Consagración de Rusia se ha realizado en 1984” — a pesar del hecho real, de que, desde Pío XII en 1952, ningún otro Papa ha realizado la Consagración de Rusia. Esa consagración de 1952 solamente la ha realizado el Papa, sin la participación de todos los Obispos; por eso no ha cumplido los requisitos de la petición de Nuestra Señora de Fátima.

 

Para darle alguna credibilidad a la mentira, los fundamentalistas que apoyaban “La Línea del Partido” del Vaticano, han insistido siempre en que Rusia ya se ha convertido, o por lo menos, se halla en el camino de la conversión.

 

La prueba de esa tal “conversión” consiste en cosas como la Caída del Muro de Berlín y el “colapso” del Comunismo que tuvo lugar en Europa Oriental, y la “desintegración” de la Unión Soviética en 1991. En esa ocasión se afirmó que la Guerra Fría había “terminado”. El Occidente la había ganado (por lo menos, fue lo que se dijo). El Comunismo había sido derrotado (sin embargo, Rusia continuaba aliada a otros países comunistas). La Rusia “democrática” había hecho un acuerdo con Estados Unidos, que ahora eran vistos (erróneamente) como siendo la única superpotencia del planeta. La ‘Civilización del Amor’ fue proclamada a los cuatro vientos — y ahora Fátima podía relegarse al pasado, sin mayores preocupaciones, juntamente con otras piezas de museo, como la Unión Soviética, el Muro de Berlín y la Guerra Fría.

 

Con el “fin” de la Guerra Fría, los antiguos adversarios podían desarmarse y unir fuerzas contra los “estados rebeldes”, los “agentes del mal”, los propagadores de armas de destrucción en Masa (ADM) y los promotores del terrorismo. Ya no había por que temer un cataclismo global: como declaró Mons. (hoy Cardenal) Tarcisio Bertone, “Cerró una página de historia, marcada por la trágica voluntad humana de poder y de iniquidad.”

 

Las maniobras militares de Rusia

 

El 17 de febrero de 2004, el analista de defensa ruso, Pavel Felgenhauer, escribió lo siguiente en el diario The Moscow News: “Las Fuerzas Armadas rusas han iniciado un ejercicio estratégico, anunciado como el más importante desde la era soviética. Las tácticas — proseguía el Sr. Felgenhauer — son soviéticas tanto en estilo como en contenido, representando una posible confrontación con Estados Unidos y sus aliados.” A continuación, Felgenhauer formula una pregunta muy apropiada:

 

Putin afirma constantemente que Rusia había escogido el camino de la democracia y de las reformas económicas de mercado; si así es, ¿por qué gastar dinero en los preparativos de una guerra nuclear con las democracias occidentales (…)?

 

La respuesta a esta pregunta es realmente asustadora, y es totalmente ajena a la “percepción controlada”, impuesta al público por los medios de comunicación controlados por los poderes establecidos, es decir: aquello que el Presidente Eisenhower había denominado “el complejo industrial-militar” y lo que Lenin había llamado “la cúpula dominante”.

 

En la primera parte de esta serie ya he resaltado que se había formado un “Nuevo Eje” de naciones coligadas contra Estados Unidos y sus aliados. Ese “Nuevo Eje” es el Eje Moscú-Beijing, y su existencia es bien conocida en los medios ministeriales del Gobierno norteamericano[2].

 

Tratado de Amistad China-Rusia

 

En julio de 2001, Rusia y China firmaron o Tratado de Amistad Chino-Ruso y manifestaron explícitamente sus intereses estratégicos contra Estados Unidos. A esta altura podemos reformular la pregunta del Sr. Felgenhauer de este modo: “Si Rusia ha optado realmente por el camino de la democracia y de las reformas económicas de mercado, entonces…

 

¿por qué se alinea Rusia con las potencias comunistas contra Estados Unidos, y se prepara para una guerra nuclear con las democracias occidentales (…)?

 

La primera y más importante consideración sobre este asunto es que el “colapso de la Unión Soviética” ha sido previa y meticulosamente planificado por el Partido Comunista de la Unión Soviética. Christopher Story resalta que el aparente “colapso” del Comunismo no ha sido un “colapso”, “sino más bien que los soviéticos han desmantelado el modelo estalinista y, en su lugar, han restaurado un modelo revolucionario leninista en escala mundial, modelo planificado con gran antecedencia, actualizado y fortalecido.”[3]

 

Por eso, quien lo admitió sin rodeos ha sido el teniente-general Alexander Lebed (citado por Itar-Tass, la agencia noticiosa comunista rusa, el 19 de agosto de 1994), el cual describió el ‘dramático acontecimiento’ previsto por Gorbachov como siendo

 

una provocación en larga escala y sin precedentes, brillantemente planificada y ejecutada, en que se han asignado las atribuciones de los inteligentes y de los estúpidos, y todos ellos han desempeñado sus papeles consciente o inconscientemente.[4]

 

Por eso, análogamente, Oleg Poptsov, director del Segundo Canal Nacional de TV, declaró en junio de 1995 al periódico Obshchaya Gazeta: “No debemos olvidarnos de que todos los representantes del sistema político anterior se han adaptado a las mil maravillas a la nueva situación económica. Se hallan en los bancos. Han sido los primeros a entender todos los aspectos positivos de un sistema de Capitalismo controlado por el Gobierno. Ellos se han revelado excelentes organizadores, y han sido pioneros en la comercialización del País.”[5]

 

‘Ellos’ eran los ‘antiguos’ oficiales de la KGB y del GRU, especialmente preparados, que, como resalta Story, “en 1990-91, se apoderaron de la economía y del sistema financiero.”

 

Por eso, el presidente Vladímir Putin, ex jefe de la policía secreta soviética, en su Discurso a la Cheka (la predecesora de la temible KGB), en 20 de diciembre de 2001, declaró que “el principal resultado de las actividades de los servicios de seguridad en la última década ha sido el haberse convertido en una parte orgánica del gobierno democrático, y su componente natural y necesario.”

 

Por eso, concluye Story lógicamente: “Esta confesión confirma aquello que se puede determinar fácilmente, al examinar el ‘pedigree’ del personal clave en la escena política de Moscú — es decir, que el Gobierno ruso es ‘dirigido’ y ‘ha sido capturado’ por los servicios de informaciones”, que continúan siendo soviéticos y comunistas.[6]

 

Según el pensamiento de Marx y Lenin, el Comunismo es el resultado del proceso dialéctico de la Revolución Mundial — un proceso que, aparentemente, va en dos direcciones: primero, a la derecha, después, a la izquierda, pero que, al final, acaba yendo en la dirección que desean los marxistas. Cuando las potencias occidentales hubieren sido definitivamente derrotadas por las fuerzas ‘progresistas’ de la Revolución Mundial comunista, entonces sí habrá ‘paz’, lo cual, en la mente marxista, es sinónimo de la dominación del Mundo por el Comunismo.

 

Victoria comunista, “Paz” comunista

 

En una entrevista para el programa de TV “Fátima: Es llegado el momento”, el general del Ejército de EE.UU. Daniel Graham contó que cierta vez estaba en Moscú hablando con un oficial soviético sobre el tema de la ‘paz’. El oficial le preguntó: “¿Vd. no desea la paz?” A lo que respondió el general Graham: “¡No! Yo sé muy bien lo que vosotros queréis decir al hablar de ‘paz’.” En ese preciso momento pasó frente a un enorme letrero en que se veía un soldado armado del Ejército Rojo soviético. Debajo de la figura, había la siguiente leyenda: “Pobieda kommunista eta mir” (La victoria comunista es la paz).

 

Los idiotas útiles (como los llamaba Lenin) de los medios de comunicación liberales e izquierdistas dan a entender que la idea de que el Comunismo se dedica integralmente a la Revolución Mundial no es sino una expresión paranoica de la ‘histeria anticomunista’; pero el ‘dogma’ más fundamental de la doctrina marxista continúa siendo que el Comunismo debe conquistar el Mundo, y que lo conseguirá. Por eso, Mijaíl Gorbachov declaró en noviembre de 1987:

 

Estamos avanzando hacia un Mundo Nuevo, el Mundo de Comunismo. Jamás dejaremos de seguir este camino.[7]

 

Los ‘cambios’ en la Rusia Soviética deben ser comprendidos a la luz de aquello que Gorbachov denominó ‘método de cognición dialéctica’ leninista. Yelena Bonner, viuda de Andrei Sajarov, renombrado disidente anticomunista ruso, nos ofrece una clave para que podamos comprender todas las declaraciones comunistas/leninistas/marxistas, a saber:

 

La cuestión es que el objetivo comunista es fijo, inmutable — nunca muda ni un ápice de su objetivo de dominar el Mundo; pero si los juzgamos con base en la dirección que parecen seguir, nos engañaremos redondamente.[8]

 

El ‘colapso del Comunismo’ y el ‘fin’ de la ‘antigua’ Unión Soviética, fueron etapas programadas de la Revolución Mundial leninista, planificadas con décadas de antecedencia.

 

Habrá que poner a dormir la burguesía

 

Ya en 1930, Dimitri Manuilski previó los ‘cambios’ en la Unión Soviética, y explicó la finalidad de esos cambios:

 

Habrá que poner a dormir la burguesía. Por eso, empezaremos por lanzar el movimiento de paz más sensacional que ya se ha conocido. Habrá aperturas electrizantes y concesiones sin precedentes. Los países capitalistas, estúpidos y decadentes, se alegrarán por participar de su propia destrucción. Se abalanzarán sobre una nueva oportunidad de hacer amigos. En cuanto bajen la guardia, los aplastaremos con nuestro puño cerrado.[9]

 

En la misma línea, Gorbachov declaró al Politburó (el máximo organismo dirigente del régimen comunista en la Unión Soviética), en el momento en que se llevaban a cabo los preparativos inmediatos para los ‘cambios’:

 

Señores, Camaradas, no se preocupen con todo lo que oigan sobre ‘glasnost’ y ‘perestroika’ y sobre democracia en los próximos años. En la Unión Soviética, no habrá cambios internos significativos, sino tan sólo algunos con objetivos “cosméticos”. Nuestro objetivo es desarmar a los norteamericanos y ponerlos a dormir.[10]

 

En 17 de mayo de 1990, Gorbachov enfatizó la naturaleza revolucionaria leninista de los ‘cambios’ cosméticos, cuando declaró:

 

Aunque las personas que me rodean están gritando ‘¡esto es el caos, el caos, el caos!’, y ‘¡esto es el colapso, el colapso!’, yo creo que — como había dicho Lenin — este caos revolucionario todavía podrá adquirir una forma clara y precisa con nuevas formas de vida (…). HEMOS INICIADO LA ÚLTIMA VUELTA.[11]

 

La última vuelta de la Revolución Mundial comunista, naturalmente.[12]

 

Tuvo inicio con la Revolución de Octubre, seguida de la Nueva Política Económica de Lenin, que, a su vez, fue seguida por el Socialismo de un Único País de Stalin, viniendo a continuación la Coexistencia Pacífica de Khruschev, la Détente de Brezhnev, la perestroika de Gorbachov, los preparativos inmediatos para el nuevo democratismo ruso. Es éste el sistema de democracia dirigida que existe hoy en Rusia, y que, en realidad, constituye la implementación de la Nueva Política Económica de Lenin, sólo que en mayor escala. Esta política soviética tiene por objetivo la sustitución de la dictadura del proletariado por el estado de todo el pueblo, que es la etapa final que precede a la imposición del Comunismo en todo el Mundo.

 

En su libro Perestroika: Un nuevo pensamiento para nuestro País y para el Mundo, Gorbachov pone énfasis especial en el período leninista: “Las obras de Lenin y sus ideales de Socialismo continúan siendo para nosotros un manantial inagotable de pensamiento creativo, de riqueza teórica y de astucia política (…) Es revelador que [el período leninista] haya demostrado el vigor de la dialéctica marxista-leninista, cuyas conclusiones se basan en un análisis de la situación histórica de la actualidad.”[13]

 

Story explica que ‘la situación histórica de la actualidad’, a que se refiere Gorbachov, “era la ‘Nueva Política Económica’, un embuste estratégico idealizado por Lenin, que tuvo un éxito notable”, y que “le tapó los ojos al Occidente, convenciéndolos de que los revolucionarios comunistas habían moderado o abandonado su ideología comunista.”[14] Como resultado de este fraude leninista, el New York Times, de 13 de agosto de 1921, anunció en primera página: “Lenin abandona la propiedad estatal [de los medios de producción] como política soviética”.

 

Setenta años después, comenta Story: “El 26 de julio de 1991, el New York Times, por la segunda vez en primera página, ha anunciado de forma prematura la ‘muerte del Comunismo’. En esa “segunda vez — explica Story — la KGB precisó cuidar de los mínimos detalles al organizar la divulgación mundial de la provocación del ‘Golpe de Agosto’ (con el nombre cifrado ‘Gólgota’), con el objetivo de presentar un pretexto ‘convincente’ para el aparente abandono del Comunismo, para la presunta proscripción del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), y para el subsiguiente ‘colapso’ controlado de la Unión Soviética.”[15] El nombre cifrado ‘Gólgota’ es una alusión blasfema a la futura resurrección de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. El proceso de esa ‘resurrección’ está actualmente en marcha.

 

Escribiendo desde Rusia, el analista de Defensa ruso Pavel Felgenhauer, en su columna del 11 de septiembre de 2003 en el Moscow Times, explica que “el Mundo pos 11 de Septiembre [de 2001] parecía ofrecer una oportunidad para una sociedad con América [EE. UU.] en igualdad de condiciones. (…) Washington debería volver a la ONU y actuar en conjunto con otros países, dando especial atención a Rusia.”

 

“Por supuesto — prosigue Felgenhauer — había escépticos en las comunidades militares y de seguridad rusas que jamás han confiado en los americanos, que estaban convencidos de que Estados Unidos será siempre un enemigo — el centro del mal y del Sionismo mundiales.”

 

Por lo visto, el gobierno de Bush se ha esforzado todo lo que pudo para probar que esos rusos escépticos estaban ciertos. Felgenhauer dice que éstos, irritados, murmuraban entre bastidores: “Los yanquis dicen que han ido a Asia Central ‘temporariamente’, pero se van a quedar allí, y seremos nosotros quienes tendremos que salir de forma gradual.”

 

“Hoy — continúa Felgenhauer — después de tantas acciones unilaterales de EE.UU., aparentemente, estos escépticos están dominando por completo la toma de decisiones de la política interior y exterior de Rusia. El punto de inflexión — dice — ha sido Irak.” “Los lobbies de la seguridad y de los militares — los chekistas y los siloviki — han presionado para que Rusia se opusiera terminantemente a América (…) La fuerza de los chekistas [la KGB, la policía secreta] en el Kremlin continuó aumentando.” A principios de septiembre [de 2003], el bien informado comentarista del Kremlin, Gleb Pavlovski, ha admitido públicamente que los chekistas y los siloviki están en la inminencia de tomar el poder en Rusia.”

 

La verdad es que los chekistas nunca han abandonado el poder, porque, de hecho, han sido ellos quienes promovieron los ‘cambios’ previstos que culminaron con el ‘colapso’ de la Unión Soviética. Sin embargo, falta poco para consumarse la ‘Operación Gólgota’. Como explica Felgenhauer, los chekistas y los siloviki, los soviets de la línea dura que actualmente detentan el poder, quieren “la restauración del la ‘Gran Rusia’, al estilo soviético — un estado policial rígidamente autoritario, con una economía estatizada, xenófobo, antiamericano y antisemítico.”

 

Rusia se prepara para la guerra con EE. UU.

 

La nueva Guerra Fría ya está en marcha, mientras la Rusia Soviética se prepara para la guerra con Estados Unidos. El Gobierno Soviético ha informado a Estados Unidos que sus maniobras de febrero de 2004 serían un ejercicio, que describió como siendo “parte de los esfuerzos para neutralizar las amenazas de terrorismo, si bien imite el escenario de una guerra total, como sucedía durante la Guerra Fría.”[16] Ivan Safranchuk, jefe de la sede en Moscú del Centro de Informaciones de Defensa, ha declarado: “El ejercicio sigue el escenario antiguo, y es absurdo designarlo como antiterrorista.”[17] Un editorial del Moscow Times dice que es “un poco alarmante” que el Kremlin simule ahora una guerra nuclear; pero “lo que es todavía más alarmante es que los comandantes rusos, aunque no lo admitan públicamente,

 

continúan convencidos de que es posible una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia, y que por eso deberían estar preparados para ella. Desgraciadamente, es lo mismo que piensan los comandantes de EE.UU.[18]

 

Putin ha anunciado que hasta el 2030 algunos SS-19 estarán en operación — “No es un buen presagio”, concluye Felgenhauer.

La tensión entre los rivales de la Guerra Fría continúa aumentando: “Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia — dice Vladímir Issachenkov — han empeorado a causa de las críticas de Moscú a la guerra de Irak, de las preocupaciones de los norteamericanos con las tendencias autoritarias en la política interna del Kremlin, y de las tentativas de Rusia para firmar su autoridad entre sus vecinos ex-soviéticos.”[19]

 

El lunes 26 de enero [de 2004], el secretario de Estado norteamericano Colin Powell, lanzó una clara advertencia acerca del estado de la ‘democracia’ rusa, al declarar: “Somos de opinión de que el sistema democrático de Rusia todavía precisa encontrar el necesario equilibrio entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial (…) El poder político todavía no se halla totalmente vinculado a la ley.” Bueno, como diría Clinton, “todo depende de cómo se define un democracia.”

 

En su ensayo El Futuro de la Democracia Dirigida, Sergei Markov, director del Instituto de Estudios Políticos y secretario de la Comisión Cívica de Asuntos Exteriores, explica: “Existen en el Kremlin tres equipos (…) Ninguno de ellos se opone a la democracia, pero cada uno entiende la democracia a su modo.” Markov explica: “Los chekistas de San Petersburgo [Putin es un chekista de San Petersburgo] se consideran los responsables de restaurar la grandeza de Rusia (…). Son a favor de la democracia, siempre que los ayude a alcanzar su objetivo: el estatuto de una gran potencia. Cuando les perjudica, la democracia debe ser limitada.”[20]

 

Markov da un ejemplo: “Esto a veces significa perjudicar los intereses de una minoría egoísta — para neutralizar las ambiciones de Mijaíl Jodorovsky, a quien los chekistas consideran una amenaza al bien del estado.”

 

Jodorovsky fue considerado por los chekistas “una amenaza al bien del estado”, exactamente por ser una amenaza a ellos mismos: Estaba financiando partidos de oposición. Otro ejemplo es Ivan Rybkin, candidato de oposición, secuestrado a mediados de febrero y desaparecido durante varios días. Cuando reapareció, se encontraba visiblemente perturbado, y desistió de la carrera electoral contra Putin. No pasaba de un insignificante candidato a la presidencia, pero su campaña electoral contra Putin era tan vehemente, y sus ataques personales tan consistentes, que no había más remedio que neutralizarlo.

 

Markov explica además: “Putin cree firmemente en la obediencia a la ley. Por supuesto, los enemigos deben ser aplastados, pero siempre dentro del marco de la legalidad. Una vez más, todo depende de cómo se define la ley — Lenin la definía como “el ejercicio del poder absoluto sin cualquier limitación.” Es esta “obediencia a la ley” leninista la que la Rusia Soviética pretende imponer por la fuerza a todo el Mundo.

 

Bancarrota espiritual

 

El Nuevo Orden Mundial del Mundo capitalista no puede salvar el Mundo de la esclavitud comunista: es creación de la Masonería, y el orden que le impondría al Mundo es substancialmente idéntico al Comunismo.[21] Como lo demuestra Manfred Adler,[22] los principales revolucionarios que han creado el Mundo comunista eran masones — el Comunismo es creación de la Masonería. La lucha entre ambos es la lucha entre “El Imperio del Mal” y “El Gran Satán”. No podemos esperar que el Occidente salve el mundo del “Dragón Rojo”, tan sólo para ser devorado por el “Dragón Negro”, puesto que el Comunismo soviético y la imposición norteamericana del Nuevo Orden Mundial, en realidad, constituyen la mismísima Bestia masónica.[23]

 

Al Occidente corrupto y decadente le han drenado su savia espiritual, que es la fe en Jesucristo. Estados Unidos no puede salvar el Mundo — ni siquiera puede salvarse a sí propio. El ‘Siglo Norteamericano’ ha sido el siglo pasado, y Estados Unidos, en bancarrota espiritual, camina actualmente hacia una rápida y total ruina, a medida que se hunde en su propio océano de decadencia moral: el aborto, el divorcio, la contracepción, el casamiento entre homosexuales, los derechos de los homosexuales, la pornografía, etc. La superpotencia titánica sufre el mismo destino del Titanic. La gloria de Estados Unidos es la gloria de su pasado.

 

Sin embargo, Dios ha designado la gran nación de Rusia para ser un ‘vaso de elección’, que pretende usar como Su instrumento escogido para destruir la Bestia masónica — el Nuevo Orden Mundial. Es llegado el momento de Rusia, y ése ha sido el motivo por el que Nuestra Señora de Fátima solicitó la Consagración de Rusia:

 

Es llegado el momento en que Dios le pide al Papa que realice, y que determine que, simultáneamente en unión con él, todos los Obispos del Mundo realicen, la Consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado, prometiendo salvarla por este medio. (…)[24]

 

Dios ordenó que San Pablo fuese designado y consagrado, porque había sido escogido por Él para ser un ‘vaso de elección’ para la conversión de las naciones. Antes de convertirse, Pablo había sido un tenaz perseguidor de la Iglesia. También Rusia ha sido una gran perseguidora de la Iglesia; pero es llegado el momento de transformarse en vaso de elección, el instrumento en manos divinas para matar el dragón, la Bestia del Apocalipsis. Dios solamente le concederá a Rusia el poder de destruir el Nuevo Orden Mundial Ateo, cuando esa nación haya sido, como San Pablo, designada y consagrada. Rusia ha sido escogida, como David fue escogido por Dios; pero David fue consagrado antes de ir y matar al gigante filisteo. Sin embargo, mientras no se cumpla la petición divina de la referida consagración, Rusia continuará siendo un instrumento de la ira divina.

 

Como explicó la Hermana Lucía:

 

La Santísima Virgen, repetidas veces, tanto a mis primos Francisco y Jacinta, como a mí, nos dijo: que (...) Rúsia sería el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo (por sus pecados), si antes no alcanzábamos la conversión de esa pobrecita Nación (...).[25]

 

En mayo de 1952, Nuestra Señora de Fátima le dijo a la Hermana Lucía:

 

Comunícale al Santo Padre que continúo esperando la Consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado. Sin la Consagración, Rusia no se podrá convertir, y el Mundo no tendrá paz.[26]

 

Como hemos visto en el inicio de este artículo, públicamente Rusia está amenazando el uso de sus armas nucleares. La política externa de EE. UU., al promover su Nuevo Orden Mundial, ha irritado aquellos que siguen la línea dura rusa, actualmente en el poder, y declararon con todo énfasis: “¡Ya llega!”

 

Sólo hay una alternativa a esa confrontación: la Consagración y la Conversión de Rusia, que dará fin al Nuevo Orden Mundial masónico y llevará a todo el Mundo a convertirse a Jesucristo.

 

El Mundo se halla al borde de una insondable destrucción: el aniquilamiento nuclear. Dios ha prometido que, por medio de la Consagración de Rusia, “por este medio”, ese país se salvará y el Mundo estará en paz. Hasta ahora, el Papa decidió no hacer la única cosa, el único acto, por medio del cual Dios ha prometido salvar el Mundo. El diabólico embuste difundido por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, es la mentira de que la petición del Cielo ya ha sido atendida.

 

Por creerse la mentira del Cardenal Sodano (y también suya), el Cardenal Bertone está convencido de que no hay motivo para preocuparse, puesto que ya ha “cerrado una página de historia, marcada por la trágica voluntad humana de poder y de iniquidad.” Por consiguiente, según ellos, ya no hay ningún peligro de una guerra mundial, ningún peligro de un aniquilamiento nuclear, y ningún motivo en el Mundo para perder tiempo preocupándonos de la petición de Dios para que se consagre Rusia. Difícilmente se podría imaginar una locura más grande.

 

El Papa Juan Pablo II declaró en Fátima que “el Mensaje de Fátima impone una obligación a la Iglesia.” Debido a las inconmensurables consecuencias catastróficas, derivadas de no atender la petición del cielo, el Obispo Rudolf Graber ha declarado que el no cumplimiento del Mensaje y de las peticiones de Nuestra Señora de Fátima se puede caracterizar como “un crimen contra la Humanidad.” No me atrevo a juzgar a aquellos cortesanos del Vaticano que se han opuesto a la petición de Nuestra Señora para que se consagrase Rusia, y que han impedido que el Santo Padre la realizara. En todo caso, ¡que Dios se apiade de sus almas!

 

 

NOTAS

 

[1]The Devil’s Final Battle [El Postrer Combate del Demonio], Capítulo 8, pp. 89ss.

 

[2]El 20 de octubre de 2002, Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa [de EE. UU.] ha declarado: “El asunto que surgió en la Comisión Rumsfeld, la gran sorpresa, ha sido comprender hasta qué punto esos agentes del mal (los estados del Nuevo Eje) se han ayudado unos a otros, y, peor aún, cuánta ayuda tuvo origen en Rusia y en China.”

 

[3]Christopher Story, The European Union Collective, Londres y Nueva York, 2002, p. 7.

 

[4]Ibid., p. 52.

 

[5]Ibid., p. 63.

 

[6]Victor Shenderovich — cuyo programa satírico sobre política Kukli (Títeres) fue retirado del aire debido al retrato altamente irreverente que hacía de Vladímir Putin —, en un programa de radio el dia 27 de febrero declaró que Putin había reformado la Economía introduciendo “a la KGB y a los comunistas.”La entrevista se halla en la página www.theconnection.org

[7]Christopher Story, Ibid., p. 19.

 

[8]Ibid., p. 19.

 

[9]Ibid., p. 35.

 

[10]Ibid., p. 44.

 

[11]Ibid., p. 49.

 

[12]Gorbachov, en 15 de noviembre de 1985: “En la construcción de nuestro futuro nos hemos basado en (…) el Marxismo-Leninismo (…). A través de la reestructuración [‘perestroika’ — reforma] queremos darle al Socialismo un segundo impulso.” Ibid., p. 38.

 

[13]Ibid., p. 53.

 

[14]Ibid., p. 53.

 

[15]Ibid., p. 53.

 

[16]The Moscow Times, 2 de febrero de 2004.

 

[17]“Military Planning New Exercises”, en The Moscow Times, 2 de febrero de 2004.

 

[18]The Moscow Times, 3 de febrero de 2004.

 

[19]The Moscow Times, 2 de febrero de 2004.

 

[20]The Moscow Times, 27 de enero de 2004.

 

[21]Cf. Manfred Adler, Die Söhne der Finsternis: Die Geplante Weltregierung.

 

[22]Manfred Adler, Die Antichristliche Revolution der Freimaurerei, Jestetten, 1983, p. 47.

 

[23]Para una explanación más profunda, pida el folleto del P. Kramer The Chastisement of the World Foretold by Our Lady of Fatima [El Castigo del Mundo, Profetizado por Nuestra Señora de Fátima].

 

[24]Frère Michel de la Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima, Vol. III, The Third Secret, p. 555; cf. António Maria Martins, S.J., Documentos de Fátima, p. 411.

 

[25]Frère Michel de la Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima, Vol. III, The Third Secret, p. 505; cf. P. Paul Kramer, O Derradeiro Combate do Demónio, p. 28; cf. P. Joaquín María Alonso, La Verdad sobre el Secreto de Fátima, pp. 103-106.

Cf. Il Pellegrinaggio delle Meraviglie, p. 440 (publicado pajo los auspicios de Episcopado italiano).

 

 

 

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